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En su origen, el mueble era este: una estantería de madera.
No nos convencía mucho, así que decidimos darle una vuelta al asunto, y se nos ocurrió tumbar la estantería y bajar al trastero el mueble principal.
Una vez tumbada, vimos que teníamos opciones de que quedara algo chulo. Así que comenzamos: lijamos el mueble entero y lo pintamos con pintura chalkpaint de color blanco antigüo. Quedó así:
Le dimos unas lijadas después de pintarlo para darle un efecto viejo. Aun así, decidimos darle un aire más moderno, y con unas tablas de pino cortadas a medida en Leroy Merlin, este fue el resultado final:
¡Un proyecto muy sencillo y con un resultado precioso!