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Hace poco encontré abandonada en un desván una vieja mesita de noche bastante deteriorada. Aunque nadie le veía posibilidades, creo que fue amor a primera vista, pues yo ya la imaginaba pintada con chalk paint. Igual va a ser cierto que me estoy obsesionando con esta pintura, pero es que como no necesita lijado previo, con poco esfuerzo los resultados son espectaculares.
Materiales utilizados:
Paso a paso
1- Desmonté la puerta y el cajón para darle un buen lavado con agua y jabón a todas las partes y así quitarles toda la suciedad. Además despegué la tapa superior para quitarle toda la capa de pintura antigua, ya que estaba muy deteriorada.
2- Volví a pegar la tapa a la mesita utilizando cola blanca de carpintero.
3- Pinté con el espray metalizado el dibujo de la puerta, los bordes superiores e inferiores de la mesita y las patas, para que después de aplicarle la pintura blanca y lijarla se viesen los reflejos plateados.
4- Le di dos capas de pintura a la tiza en color blanco, lijando entre capa y capa, y centrándome más en los bordes, las patas y el dibujo de la puerta.
5- Pegué un trozo, que tenía por casa, de papel pintado de flores en tonos blancos y plateados al frontal del cajón y le puse un tirador estilo vintage.
6- Volví a montar la puerta y le puse un pomo también estilo vintage que combinaba con el tirador del cajón.
7- Por último, le di una capa de cera para proteger la pintura y darle un aspecto más brillante. Esperé 10 minutos a que secase y froté con un paño. Y este es el resultado final.