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Restauración de un taquillón antiguo con chalk paint
Hará unos dos meses decidí darle un aire nuevo a mi salón. Este proyecto ha inspirado muchísimos otros, reciclaje de palets, mesita auxiliar con tronco de árbol, lámparas hechas con portavelas, etc, y no podía faltar un mueble con carácter e historia en él. Los muebles viejos aportan carácter a cualquier estancia y a menudo son olvidados en algún rincón del trastero o del balcón cogiendo polvo.
Antiguamente era necesario lijar el mueble, pero hoy en día existen pinturas que nos facilitan el trabajo. Una de ellas es la tan conocida chalk paint o pintura a la tiza. Esta pintura aporta un toque vintage e único, y sin necesidad de lijar el mueble a priori.
Las superficies recomendadas para pintar con la chalk paint son prácticamente todas. Ya que se adhiere prácticamente en todas las superficies rígidas, ya estén pintadas, barnizadas o enceradas. Con lo que esta pintura se convierte en la idónea para restaurar casi cualquier objeto en desuso.
¿Qué materiales necesitas para restaurar un mueble con chalk paint?
- Pintura chalk paint
- Barniz incoloro de acabado
- Brocha
- Destornillador
- Taco de lija
- Alcohol de 96º
- Paño
¿Cómo restaurar un mueble con chalk paint?
A continuación te explicamos en un paso a paso cómo restaurar un mueble con chalk paint y darle una nueva vida.
1. Quita pomos y tiradores. Antes de comenzar es muy importante que quites los pomos y los tiradores, ya que esto facilitará el trabajo.
2. Limpia el mueble. Al tratarse de un mueble viejo lo ideal es darle un buen limpiado antes de pintar, para ello utiliza alcohol de 96º, un disolvente de limpieza para todo tipo de superficies. Pon un poco sobre un paño de algodón y límpialo. Luego, sécalo con un paño.
3. Pinta el mueble. Es hora de que te pongas manos a la obra. Lo mejor de esta pintura es que se puede aplicar directamente sin imprimación ni lijado, con lo cual facilita muchísimo el trabajo. Se puede aplicar con brocha o con rodillo, pero personalmente me gusta más con brocha, ya que la idea es darle un toque antiguo. Así que es hora de que pintes tu mueble.
4. Deja secar. Este paso es fundamental en cualquier pintura, pues de él depende casi el 90% del resultado final.
5. Líjalo. Ahora con el taco de lija incide en aquellas zonas en las que quieras sacar un poco de su color original, sobre todo en las esquinas, ya que suelen ser de las zonas que se gastan antes en los muebles y no olvides que queremos darle ese toque añejo que presentan los muebles antiguos. Retira de vez en cuando el polvo con un paño para poder ver bien cómo va quedando.
6. Aplica el barniz incoloro. Una vez hayas obtenido el resultado que deseas, limpia bien el mueble con un paño para retirar todo el polvo. Aplica el barniz incoloro de acabado o la cera protectora. Es imprescindible que protejamos el mueble.
7. Coloca los pomos. Es hora de darle los últimos retoques al mueble. Vuelve a colocar los pomos y tiradores.
8. Como resultado obtendrás un mueble totalmente personalizado, con carácter y vintage.
