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DIY: Cocina con aires vintage
Hola, ¿qué tal? Como ya sabéis soy una amante del Do it yourself, pues no hay mayor satisfacción que hacer las cosas uno mismo. Y además de ser muy gratificante, es lo más económico.
Tenía hace tiempo en mente cambiar las puertas de la cocina y darle un aire renovado y vintage. Pero no quería gastar mucho dinero en ello. Así que decidí hacerlo yo misma.
Ya la había cambiado con anterioridad, pasé de tener una cocina rústica a una moderna. Y ahora me apetecía mucho ponerla más acorde al resto de la decoración de la casa, más a mi estilo, más natural.
Hace ya tiempo que comencé con la transición, pero como suelo estar liada con varias cosas a la vez, aún no la había terminado. El cambio de la cocina comenzó con darle una nueva imagen a las puertas de mi alacena y un nuevo look al lavadero.
¿Queréis saber cuáles fueron los materiales y herramientas que necesité? Son los siguientes:
- Tablero de abeto
- Taladro
- Brocas para madera
- Fresa para bisagras de 35 mm de diámetro
- Flexómetro
- Barniz de interior incoloro satinado
- Tiradores
- Pintura de interior azul báltico
- Rodillo para paredes lisas
- Pintura para azulejos color laguna 5
- Cinta de pintor
¿Quieres saber el paso a paso? Te lo explico a continuación.
1. Comencé tomando nota de las medidas de las antiguas puertas y los cajones de la cocina con ayuda de un flexómetro.
2. El siguiente paso fue ir a mi tienda Leroy Merlin, elegir la madera y que me realizaran los cortes. Elegí para las puertas tablero de abeto, como ya sabéis me encanta la madera natural.
3. Una vez tuve la madera cortada, era hora de protegerla con barniz satinado incoloro. Me decidí por el satinado porque a mi parecer, hace destacar aún más la belleza de este material.
4. Apliqué varias capas de barniz a todas las tablas, siempre dejando que se secara entre capa y capa. Finalmente, dejé la madera barnizada al sol para que se secase más rápido.
5. Pinté el techo para evitar que las puertas nuevas se mancharan. Utilicé para ello un rodillo para paredes lisas y pintura para paredes de interior color azul báltico 5, un azul verdoso precioso. Solo necesité aplicar una mano de pintura para conseguir el efecto deseado.
6. Retomé las puertas y realicé los agujeros para las bisagras con la fresa de 35 mm. Esta fresa me parece una herramienta súper útil, ya que te permite cambiar las puertas de cualquier mueble con muy poco.
El resultado es un hueco perfectamente redondo donde la bisagra encaja al dedillo.
7. Una vez colocadas las bisagras, ya solo quedaba montar las puertas en su sitio y nivelarlas. Las puertas ya casi estaban.
8. Elegí tiradores diferentes para las puertas y los cajones. Medí bien, señalé con un lápiz y realicé los agujeros para los tiradores con el taladro y una broca de madera.
Para las puertas elegí unos tiradores en forma de “U” en color negro. Me encantan estos tiradores, son simples pero quedan preciosos.
Para los cajones encontré unos tiradores que eran los idóneos para mí, eran de gatos, más perfectos imposibles. Son súper originales.
9. Tenía unos muebles colgados en la pared de la cocina pintados en color naranja, con una mano de imprimación y una posterior de pintura negra quedaron como nuevos.
10. Y por fin, llegó la hora de pintar la cenefa de la cocina. Debería haberla pintado antes, pero tenía tantas ganas de ver las puertas de madera puestas que no me pude esperar.
Coloqué cinta de pintor en la parte superior e inferior de la cenefa. Es súper importante cuando utilizas pintura para azulejos usar el rodillo adecuado a este tipo de pinturas, si no el resultado final no será el deseado.
Y así fue como comencé a darle una nueva imagen a mi cenefa, nada que ver con la anterior. El color elegido en esta ocasión era, al igual que el del techo, un azul verdoso muy relajante.
11. Y finalmente, llegó la hora de los detallitos, un reloj en la puerta de la alacena, un bote para galletas, etc.
Y como siempre el toque natural, las plantas. Las dueñas de alegrar cualquier estancia y darle vida, nunca pueden faltar.
Y así fue como renové mi cocina a un precio muy económico y con mis propias manos. Fácil, ¿verdad?
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