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Después de haber pintado todas las habitaciones de la casa aún no tenía ni idea que hacer con el pasillo/recibidor... ¡¡Lo que más odiaba eran las puertas marrones!! ¡¡Sabía que tenía que pintarlas!! Aquí sólo están pintados los marcos y la puerta principal pero ya podéis ver, vaya cambio (ya os enseñaré en otro proyecto con todas las puertas pintadas.)
A todos los marcos les di dos manos de imprimación y dos de pintura acrílica. Si queréis conseguir un resultado perfecto, entre mano y mano siempre hay que lijar con una lija muy fina, simplemente "acariciar" un poco la superficie, así podéis evitar que quede burbuja o pelusilla o cualquier grumo en la superficie.
Cómo me encanta el estilo clásico, para ganar algo de glamour decidimos poner en las paredes unas molduras de madera. Primero medimos y marcamos donde queríamos que vayan las molduras, luego cortamos todo a la medida... Pinté todas las molduras ya cortadas y una vez secas las pegamos en las paredes con "No más clavos". Para que queden perfectas con el dedo rellené los huecos con pasta para reparar. La parte de arriba la pintamos en color beige y la parte de abajo todo en blanco. ¡¡A la parte de abajo incluso le di una mano de pintura acrílica, de este modo la pared está totalmente lavable!! Tenemos perrito en casa, tenía miedo pintar la pared en blanco, pero os aseguro que si le dais una mano de pintura acrílica será totalmente lavable 😉
Cambiamos el telefonillo, las cerraduras de la puerta principal, el pestillo: todo lo compramos en Leroy Merlin...
6 marcos de puerta, 1 puerta principal, 45 molduras, 2 colores diferentes, 1 mes completo de trabajo... Pero creo que valió la pena 😉 Espero que os guste 😉
Aquí podéis ver el proyecto del
Materiales:
Antes y después:
Tenía algo de ayuda,...