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Por fin he buscado un poco de tiempo para publicar todas las cosas que he ido haciendo en casa.
Siempre tuve en mente cambiar las puertas de casa porque eran muy sapelly. Pero la verdad es que son unas puertas buenas y era una lástima. Así que decidí darles una oportunidad dándoles una nueva cara.
Para ver si realmente era capaz de hacerlo y para decidirme por el color, primero hice pruebas con las puertas de los armarios.
Desmontar las puertas es muy sencillo porque llevan bisagra de cazoleta.
Lo primero que hice fué lijarlas, ya que son de chapa de madera natural. Les quité el brillo y conseguí eliminar las hendiduras que tenía. De esta forma quedaron lisas.
Las tapetas directamente las tiré. Eran demasiado clásicas para el proyecto.
Despues de limpiarlas bien para eliminar todo el polvo las pinté con una pistola eléctrica y utilicé un esmalte acrílico (RESISTANT COLOR siempre). Estas elecciones fueron porque todo el trabajo lo realicé dentro de casa.
Mi primera opción fué el Gris Angora satinado, pero como no resaltaba casi con las tapetas que puse blancas seguí pensando en otro color.
Para cuarto de los niños utilicé el Granate satinado porque los muebles son blancos con detalles en rojo. Quedó genial, entro otras cosas porque fué el segundo.
Pero las puertas de casa no era cuestión de pintarlas de rojo.
Así que después de un momento de meditación delante de la carta de colores decidimos que, visto lo bien que había quedado un color fuerte, el último armario (y definitivo para la elección de color) fuera el Gris grafito.
Y el resultado fue espectacular.