Primero quité el zócalo antiguo y alisé las paredes con masilla, ayudándome de la Maxi espátula para llegar al máximo espacio posible, lijando en último lugar con la multiherramienta.

Para cortar el rodapié, sacando ángulos perfectos, y el suelo a lo largo, utilicé la ingletadora consiguiendo hacer este cambio Mucho más rápido y con el menor esfuerzo posible.

También tuve que cepillar las puertas, ya que rozaban un poquito con el nuevo suelo. Para hacerlo, con un trozo de suelo marqué la parte que tenía que quitar y con el cepillo eléctrico eliminé esa parte, empezando de arriba hasta el centro, dando la vuelta a la puerta y otra vez de arriba al centro, consiguiendo quitar cualquier roce.

Para evitar cortar el suelo, me ayudé de la multiherramienta, quitando de la parte de abajo del marco y pasando el suelo por debajo sin tener que cortarlo.

Finalmente, coloqué el rodapié con adhesivo y sellé la parte de arriba.

Puedo decir, que cambiar el suelo de casa lleva tiempo, pero al contar con las herramientas necesarias, además de hacer cortes perfectos, el tiempo invertido se reduce muchísimo y queda un cambio mucho más bonito.
Esta es la masilla para alisar que utilicé