En este proyecto me propuse darle un aire más armonioso y funcional a una habitación infantil utilizando elementos que ya tenía en casa, combinándolos con soluciones sencillas y accesibles.
Para reducir el ruido visual y mantener un ambiente más ordenado, decidí reutilizar unas estanterías abiertas que ya formaban parte del mobiliario, incorporándoles puertas de Leroy Merlin. Esta pequeña intervención cambió completamente la estética, aportando limpieza visual y ayudando a mantener el orden de forma más sencilla.
Además, al baúl de juguetes, que ya tenía uso en la habitación, le di un toque decorativo y personalizado aplicando un vinilo con motivos florales. Este detalle no solo lo integra mejor con el resto de la decoración, sino que también añade un aire dulce y delicado, perfecto para el ambiente infantil.
Toda la intervención ha sido pensada para mantener la funcionalidad, respetar el estilo del espacio y, sobre todo, crear un entorno acogedor y agradable para los más pequeños.